Visita de Juan Carmona, arquitecto de la 2ª y 3ª fase del Colegio Mª Auxiliadora

El arquitecto Juan Carmona que formó parte del Grupo Z, colectivo de arquitectos zaragozanos y que, durante los años 70, plantearon una revisión crítica de la arquitectura moderna, nos visitó el pasado miércoles 25 de noviembre junto a Juan Carlos Salas y Ángel Comeras, arquitectos y profesores de la Universidad de Zaragoza. Juan Carmona también intervino en la reforma de la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora (San José), además de colaborar en la residencia de hermanas mayores en Vía Ibérica (Casablanca) y en la construcción de la presencia en el barrio del Actur.

Fue una visita inesperada, y al mismo tiempo, muy simbólica. Coincidiendo con el 75º aniversario de la llegada de las Salesianas al Barrio de San José de Zaragoza, tuvimos la gran suerte de recibir a uno de los arquitectos de la obra. Junto a Vicente Torres, titular de la escuela, pudimos disfrutar de una visita agradable y llena de muchos y buenos recuerdos. Durante el tour aprovechamos para preguntarle algunas cuestiones que suscitaban interés y curiosidad, aquí os dejamos un resumen.

A lo largo de la visita encontramos a una persona abierta, humilde, afable y con ganas de comunicar lo vivido. Juan Carmona, además de colaborar en la construcción de la escuela de las Salesianas de Zaragoza, tiene un amplio bagaje, entre otros colaboró con Saturnino Cisneros en la construcción del Pignatelli. Muchos son los proyectos de Carmona en la ciudad, aunque uno de los primeros, y del que nos sentimos muy orgullosos, es el de nuestra escuela Salesiana de Zaragoza allá por los años 70. 

La primera fase de la obra ya se había construido gracias a José Romero y Saturnino Cisneros, exactamente en 1970. Juan Carmona recuerda con orgullo el material utilizado en la construcción, un ladrillo caravista sin igual, “la perfección”, afirma. Esta fase, fue la que está construida al lado de nuestro querido San Juan Bosco, la 2ª fase situada cerca del pozo y por último la tercera, polideportivo y teatro. 

Su relación con las Salesianas fue muy cordial y en todo momento, tanto los diálogos como los acuerdos, fueron consensuados en un clima agradable y distendido. Recuerda con especial cariño a Carmen Catalá, mujer decidida y con las ideas muy claras, y también a Pilar Pagés y Ángeles Zaldívar. 

Juan Carmona guarda en su mente el momento del famoso pino que daba vida al patio de entonces. Un árbol centenario que desapareció, un momento muy crítico para todos y todas, pero que tuvo que pasar a mejor vida para dar lugar y mejorar la calidad educativa de entonces. 

Durante la visita, le pudimos preguntar por qué utilizó el ladrillo caravista, algo muy característico de toda la construcción. Su respuesta fue clara: “Se eligió para mimetizarse con el barrio y como material resistente con el paso de los años. Se encuentra con facilidad, no necesita mantenimientos excesivos, es aislante y tiene muchas ventajas”. De lo que se siente más orgulloso es que el edificio transmite familiaridad, cercanía y ganas de integrarse en el barrio, ofreciendo posibilidades y visiones nuevas. El propio espacio se va abriendo, hay una generosidad que invita a entrar, va recibiendo a la calle en general. Además, la comunicación entre los arquitectos y las Salesianas se refleja en la estructura del edificio, fruto de un diálogo lleno de entendimiento y cercanía que transmite el ideario de nuestra educación salesiana. 

Agradecemos a Juan Carmona, Juan Carlos Salas y Ángel Comeras su visita, coincidiendo con el 75º aniversario de las Salesianas en el Barrio San José.

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